Cristóbal Colón nació en 1451 en la República de Génova, (Italia) supuestamente, ya que existe un debate entre expertos sobre de donde es natural y la fecha de su nacimiento de este personaje histórico. Creció junto con sus 5 hermanos en el seno de una familia de tejedores, y solo él y su hermano Bartolomé sintieron pasión por el mar. Como consecuencia de esta vocación Colón a la temprana edad de 14 años, comenzó como aprendiz de navegante.
Primero viajó por el mar Mediterráneo, poco después por el océano Atlántico y así, recorriendo por los confines de la tierra hasta entonces conocidos, fue adquiriendo los conocimientos de navegación y dedicándose al comercio marítimo de diversas mercancías.
En 1473 en un viaje de expedición comercial su nave fue atacada por piratas frente a las costas de Portugal y para salvar la vida Colón tuvo que nadar hasta dichas costas.
Entre 1479 y 1480 se casó con la aristócrata portuguesa Felipa Moniz Perestrello y de este matrimonio nacieron Diego y Hernando Colón. Al comienzo de su vida juntos, la pareja vivió en Lisboa, pero poco después se trasladaron a una isla recién descubierta en aquellos años llamada Madeira, la cual era un centro de comercio descubrimientos.
En esta época se le tenía un gran aprecio a las especias, pues estas permitían una gran diversidad culinaria, pero conseguirlas no era fácil.
El principal proveedor era la India. Para llegar hasta allí había dos opciones por tierra o por mar. La opción más utilizada era sin duda cruzar el mar, ya que por tierra era mucho más lento, debido a que las montañas, cordilleras y la escasez de buenos caminos, dificultaban el paso. Los barcos no tiene estos obstáculos por lo que resultaban mucho más rápidos.
Además de la velocidad estaba cantidad. El barco proporciona un gran espacio de carga mucho mayor que diversos trasportes por tierra de aquel entonces.
En resumen, la vía terrestre llevaba más tiempo, y trasportaba menos cantidad que el barco. Y si a todo esto añadimos que para llegar a la India había que pasar por el creciente Imperio Otomano, el cual obligaba a pagar por pasar por su territorio, el precio de las especias aumentaba sumamente.
La necesidad de nuevos métodos más económicos de llegar a la India y algunos rumores llevaron a Colón a pensar en comerciar con las riquezas que guardaba Oriente (China, India, Japón, etc.) por una ruta hasta entonces nunca antes pensada. Este hecho sumado a unas cartas de navegación de Paolo Toscanelli, hacían que Colón creyese en la posibilidad de llegar a la India por el occidente.
Pero para emprender un proyecto tan ambicioso y descabellado como este se necesitaban barcos, tripulación y una cantidad importante de dinero, por lo que Colón necesitaba a alguien que le patrocinase.
Aprovechando las influencias de su mujer, en 1484 ofreció su proyecto al rey de Portugal, Juan II. Este solo aceptaría si en vez de ir por el oeste, tomase una ruta para ir por África. Pero Colón no aceptó este cambio, por lo que tras años de intentos en 1486 consiguió tener un entrevista con los Reyes Católicos, los dirigentes de la corona española.
Estos en un primer momento se negaron , pero sus consejeros los persuadieron y el 17 de abril de 1492 firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, otorgándole diversos títulos a Colón.
Con la financiación de los RRCC, con ayuda de los hermanos Pinzón y con la colaboración económica por parte de algunos miembros de la nobleza española, salieron de Palos de Monguer tres naves que se dirigían a la India: la Niña, la Pinta y la Santa María.
Tras casi dos meses a la deriva en el mar, cuando apenas les quedaban provisiones y habiendo estado varias veces al borde del motín, el 2 de agosto de 1492, por fin la expedición llegó a la tierra. Pero no llegaron a la India, llegaron a Guanahaní, en las Bahamas en el continente que hoy en día conocemos como América.